Ayer por la tarde, pasadas las 17.30 horas, se realizó en el cementerio local, el anunciado homenaje al doctor Raúl Alfonsín, en el segundo aniversario de su desaparición física.
La presentación y palabras finales, quedaron a cargo de Humberto Monserrat y el descubrimiento de la placa recordatoria fue realizado por el doctor Ernesto Figueras, Celina Sburlatti y Amadeo Mónaco. El emotivo acto de recordación tuvo lugar frente a la bóveda que guarda los restos de los hermanos Islas, muertos en forma trágica en el año 1895.
El doctor Horacio Cardús, con improvisadas palabras, plenas de nostalgia y respeto por el ex presidente, comenzó reconociendo la trayectoria de "un militante que hizo honor a la política". No dejó de hacer referencia a los años donde la intolerancia exigió un alto sentido de la entrega partidaria, tarea en la cual Alfonsín siempre dejó su mensaje de defensa de la democracia.
Nombró a un grupo de jóvenes que, en Bragado, mantuvo viva la llama de la recuperación de aquellos valores, citando a Benalal, Costa, Godoy, Marcelo Elías, etc.
Sostuvo que la vuelta a la democracia, en 1983, fue por la lucha de muchos y recordó hitos de la gestión de Alfonsín, como la Semana Santa, donde se vivieron horas tensas de vigilia. Hizo referencia elogiosa a la silenciosa militancia de Hugo Julio y se detuvo brevemente en anhelos no cumplidos, como la Ley de Salud y el proyecto de traslado de la capital. Recordó que la última vez que vio a don Raúl fue en América, poco antes del accidente que puso en peligro su vida, "siempre recorriendo el país y cerca de la gente".
Agregó finalmente que el mensaje que dejó fue el de "fundar la República", tarea que dijo, queda por hacer y para la cual convocó a los jóvenes de hoy, "capaces de hacerse cargo de la antorcha", teniendo a la figura de Alfonsín como emblema.
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